![]() |
|||||||||
Es
un signo de alarma porque el oído supurante tiene 20 veces más
posibilidades de sufrir una temida complicación. Las supuraciones provienen de la otitis media a tímpano perforado que generalmente son antecedidas de otitis medias crónicas a tímpano cerrado, también llamadas otopatías secretoras u oídos con moco o líquido. Para evitar las otitis medias crónicas a tímpano perforado debe tratarse correctamente la afección anteriormente mencionada. La otitis media crónica a tímpano perforado puede estar durante mucho tiempo sin presentar ninguna supuración. Generalmente la supuración crónica está asociada a mastoiditis crónica con colesteatoma. Este es un seudotumor constituido por superposición de capas epidérmicas, benigno en su histología pero maligno por su agresividad y poder de destrucción de las estructuras con que contacta. Puede convertirse en un reservorio de bacterias altamente resistente a los antibióticos y por lo tanto producir una supuración muy difícil de ser curada. La infección crónica a partir del colesteatoma produce un tejido de granulación en la estructura mastoidea que tiene tanto o más poder de destrucción ósea que el mismo colesteatoma. Las complicaciones de la supuración crónica y del colesteatoma generalmente se producen en forma súbita, pueden ser mastoiditis, invasión del oído interno con pérdida de la audición y laberintitis con un cuadro vertiginoso, parálisis del nervio facial y complicaciones endocraneanas como la meningitis, los abscesos endocraneanos y la tromboflebitis venosa. Los colesteatomas pueden ser primarios, es decir aquellos que se generan en la parte fláccida del tímpano sin una perforación previa y los que son secundarios generalmente a atelectasias o sea la retracción de la membrana timpánica por falta de aire en el oído medio o los bolsillos de retracción que son un estadío más avanzado de la atelectasia. Estas dos últimas formas clínicas son secuelas de las otopatías secretoras que como mencionábamos antes es tan importante resolverlas para no llegar al último estadío de la cadena que es precisamente el colesteatoma. El único tratamiento curativo del colesteatoma es la cirugía, que debe realizarse en la gran mayoría de los mismos salvo casos excepcionales de pacientes mayores con colesteatomas sin supuración y sin indicios de desarrollo, particularmente cuando se trata del único oído funcionante. En los niños es de rápido crecimiento y agresividad; por tal motivo se dice que “en los niños colesteatoma diagnosticado, colesteatoma que debe ser intervenido quirúrgicamente”. La complicación más común de la supuración crónica es la hipoacusia y producida fundamentalmente por la perforación de la membrana del tímpano por la destrucción de los componentes de la cadena osicular. De los huecesillos del oído medio el más lábil a la supuración es el yunque y se produce por lo tanto una desconexión entre este hueso y el estribo con la consiguiente hipoacusia de conducción. El segundo hueso afectado en orden es el estribo. La supuración crónica por colesteatoma o sin el, se acompaña de una mastoiditis crónica que también debe ser resuelta quirúrgicamente. |
|||||||||
Vamos a detallar las distintas técnicas quirúrgicas existentes: Mastoidectomía
es el abordaje quirúrgico de la mastoides. |
|||||||||
Mastoidectomía:
consiste en la apertura de la mastoides, la eliminación del colesteatoma
si existe y la limpieza de todas las celdas y mucosa que la revisten que estuviesen enfermas. Puede realizarse una mastoidectomía cerrada que significa que a través de la cortical de la mastoides o tabla externa de la mastoides se puede acceder a ella preservando la estructura del conducto auditivo externo, por eso se denomina a este tipo de mastoidectomía de cavidad cerrada. La mastoidectomía abierta es aquella que se realiza eliminando las paredes superior y posterior del conducto auditivo externo y dejando por lo tanto comunicada la cavidad mastoidea al oído externo. Cada una de ellas tiene sus ventajas e inconvenientes y el cirujano tiene que optar según cada caso en particular. El colesteatoma tiene posibilidades de volver o sea de recidivar en aproximadamente en un 10% de los casos, por eso que todo oído operado debe ser controlado al menos 1 vez al año durante 5 años. Las técnicas abiertas tienen menos posibilidades de que el tumor vuelva a aparecer. |
|||||||||
Timpanoplastía:
para reconstruir la cadena de huecesillos interrumpida por necrosis |
|||||||||
Miringoplastía:
Una vez eliminada la enfermedad de la mastoides y construida |
|||||||||
|
neurinoma
del acustico - trabajo publicado por el doctor profesor diamante |
||||||||
![]() |