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Se
ha cambiado la historia de la enfermedad de Meniere con los tratamientos
actuales; la intervención temprana con medicación aplicada
a través del tímpano
para que actúe directamente en el oído interno modificó
la discapacitante historia
natural de la enfermedad.
Los síntomas característicos son episodios de vértigo,
pérdida auditiva
con fluctuación, zumbidos de oído que aumentan previos a la
crisis vertiginosa
y sensación de oído lleno u ocupado; los vértigos pueden
durar segundos,
minutos u horas y se acompañan de síntomas denominados neurovegetativos
como
ser nauseas, vómitos, palidez y sudoración.
Es una afección muy común, se considera que en el país
puede haber entre 4000
y 8000 casos nuevos por año; hay que considerar que no todos los
vértigos
y mareos son por enfermedad de Meniere, así como hay muchas enfermades
de Meniere que por presentación incompleta de sus síntomas,
no son diagnosticadas.
Cualquiera de los síntomas componente del cuadro puede ser el síntoma
iniciador;
puede comenzar con un zumbido de oído o una sensación de oído
tapado
o una disminución auditiva así como un vértigo sin
los síntomas anteriormente
mencionados. La hipoacusia y los zumbidos tienen la particularidad de ser
fluctuantes,
aumentan cuando está por desencadenarse la crisis de vértigo
y después disminuyen
y en algunos casos hasta desaparecen. La intensidad del vértigo varía
notablemente
pudiendo ser moderado en algunos casos, con más inestabilidad y mareos
que vértigo
y otros casos puede ser tan intenso que el paciente cae por la sensación
de giro.
Los ataques pueden aparecer en cualquier momento del día y aún
de la noche.
La enfermedad de Meniere conjuga paradójicamente
las siguientes características:
- Dramática en la presentación de sus síntomas
- Invalidante como consecuencia de los mismos
- Con secuelas permanentes como hipoacusia y acúfenos
- Autolimitada en el tiempo
- No compromete la vida de ningún paciente
La fisiopatogénia o causa de la aparición de las crisis
es el aumento de la presión
de los líquidos del oído interno, “líquido
endococlear”; éstos líquidos tienen
un equilibrio de producción y de reabsorción. Suelen aparecer
causas generalmente
vinculadas con el estado psíquico y psicosomático del paciente
que modifica
la ecuación de producción y reabsorción haciendo
que haya una mayor cantidad
de líquido por lo tanto con una presión aumentada; es un
mecanismo muy similar
al aumento de la presión de los líquidos
del ojo que se denomina glaucoma.
La hipertensión de los líquidos del oído tiene una
relación directa con los períodos
de hiperactividad y de stress. Pacientes tanto hombres como mujeres que
son
autoexigentes, que tienen una cuota muy grande de responsabilidad con
su
trabajo y su familia o conflictos en alguna de esas áreas.
Es característico del Meniere que los ataques nunca producen pérdida
de conocimientos
y que en el período entre ataque y ataque el paciente puede quedar
absolutamente
libre de síntomas,
Estos pueden producirse esporádicamente 1,2, 3 por año,
haciéndose cada vez más frecuentes hasta tener varios por
semana
o aún en el mismo día. Debe hacerse una serie de pruebas
diagnósticas
para descartar otras patologías que puedan simular una enfermedad
de Meniere.
Intervención Temprana: Significa actuar prontamente
para detener las crisis
de vértigo y preservar la audición antes de que se pierda
con los sucesivos
episodios vertiginosos.
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Una
amplia gama de éstos fueron propuestos a través de las décadas,
todos con un porcentaje de resultados positivos y una incidencia alta
de fracasos.
Inicialmente se proponían las técnicas quirúrgicas
destructivas del laberinto donde
se produce la hipertensión del líquido; esto llevaba indefectiblemente
a la pérdida
total de la audición, lo cual no está exenta de riesgo ya
que si bien la enfermedad
es inicialmente unilateral, a través de los años puede convertirse
en bilateral
así como la hipoacusia.
Casi abandonadas las técnicas destructivas comenzaron a realizarse
las denominadas
descompresiones del saco endolinfático, que es el reservorio de
la endolinfa del oído
interno. Muchas y diversas fueron las técnicas quirúrgicas
sobre el saco endolinfático
y paradójicamente todas obtenían un resultado similar: 2
enfermos curados de cada
3 operados. Muchas veces se creyó que la cirugía del saco
endolinfático
es una cirugía placebo, quiere decir que es una cirugía
que no tiene ningún mecanismo
de acción pero que da resultados positivos en el 66% de los casos
a través
de un factor psicológico. La cirugía realmente eficaz para
la eliminación del vértigo
que se utiliza cuando la descompresión del saco endolinfático
fracasa es la neurectomía
selectiva de la rama vestibular del nervio acústico; esto significa
cortar unicamente
las raíces nerviosas que vienen del laberinto posterior, que determinan
la aparición
de los vértigos y preservar la rama auditiva de ese nervio en un
intento de conservar
la audición; es una cirugía que tiene aproximadamente el
95% de éxito en la curación
del vértigo y que preserva
la audición en la mayoría de los casos pero que también
puede haber pérdidas auditivas después de la misma.
Requiere ingresar al endocráneo y abrir la duramadre para realizar
el procedimiento
quirúrgico; el paciente debe estar en Cuidados Intensivos 24hs
y 72hs más internado
en la clínica. Esto marca una gran diferencia con la cirugía
del saco que se hace
directamente por el oído que no tiene prácticamente riesgos
ni complicaciones
y con
un post operatorio muy simple.
Tratamiento
Transtinpánico
Últimamente se ha perfeccionado el tratamiento consistente en la
aplicación
de drogas con una colocación a través del tímpano
para que sean absorbidas
por el oído interno. Hay una serie de fármacos utilizables
para la absorción directa
en el oído interno como son la gentamicina, los corticoides y la
lydocaína.
La gentamina actúa fundamentalmente reduciendo la producción
de endolinfa
y por lo tanto bajando la presión de la misma con la desaparición
de los síntomas;
esto se demuestra en un estudio de medición de la presión
que se denomina
Electrococleografia donde se ve que después de la aplicación
de gentamina
la presión de los líquidos se reducen notablemente. El uso
combinado de otros
fármacos, está indicado en relación a la magnitud
de síntomas como ser
la intensidad del acúfeno y las fluctuaciones auditivas.
Las dosis de gentamicina y la frecuencia de la aplicación varían
según las magnitudes
de las crisis vertiginosas o fluctuaciones de la audición, el estado
funcional del órgano
del equilibrio, la edad, la audición del lado afectado y la contralateral
y los síntomas
posteriores a la 1ra. aparición.
El objetivo según nuestro entender es lograr normalizar la presión
de los líquidos,
reducción de la función del órgano del equilibrio
sin llegar a su anulación
y fundamentalmente preservar la audición existente o en muchos
casos mejorarla.
No hay forma de saber o de establecer antes del tratamiento cuáles
son los casos
en los que podrá mejorar la audición y cuáles son
los casos en que podrá empeorar.
Nuestro método denominado “Aplicación a la Demanda”
consiste en después de la primer
aplicación observar la respuesta sintomática del paciente,
el grado de disminución
de la función del órgano del equilibrio, el estado de la
audición y la percepción del acúfeno;
en base a eso se determina si habrá una nueva aplicación
a las 48hs o a la semana
o si se seguirá controlando al paciente a través del tiempo;
para ver si después de
un período de meses puede recurrir algún síntoma
y ahí eventualmente hacer otra aplicación.
El resultado de este tratamiento es doblemente significativo, primero
por lo inocuo que resulta,
tanto porque el paciente después de la aplicación puede
dirigirse a su casa y hacer vida totalmente
normal, como porque los resultados son tan buenos comparables con la neurectomía
vestibular,
cirugía
exitosa pero problemática.
El objetivo fundamental de este tratamiento es la eliminación del
vértigo y la supresión de la medicación.
El paciente deberá seguir con controles en la dieta evitando todos
los alimentos de alto contenido
en
sodio y tratando siempre de controlar la parte psíquica, ninguna
otra medicación; si algún episodio
de vértigo o síntoma relacionado apareciera a los meses
de terminado el primer tratamiento no hay
ningún inconveniente en repetir la medicación.
Remarcamos la idea de que en la “Aplicación a la Demanda”
la situación ideal es 1 sola aplicación
o como máximo 2; es excepcional el paciente que requiera 3 o más
aplicaciones de Gentamicina.
Con respecto a la audición un 50% mejora la percepción del
habla y en el mismo porcentaje descienden
los acúfenos, un 40% mantiene la audición en niveles sin
cambio y un 10% puede tener un descenso
de la audición.
Combinando la ¨Intervención Temprana¨con “Aplicación
a la Demanda” se obtienen
los mejores resultados
Podrá
ocurrir que un paciente pierda significativamente la audición pero
con este
método de “Aplicación a la Demanda” todavía
no lo hemos tenido. |
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